Claudio Gerlich tiene 37 años y trabaja como freelance en el campo del marketing digital. Es padre desde hace nueve meses. Su hija nació en Alemania, pero como su esposa es malagueña, ambos decidieron venir a España tras la primera ola del coronavirus. Desde la Costa del Sol, atiende a sus clientes alemanes y coordina su propia red multidisciplinar internacional de colaboradores. Además, tiene tiempo suficiente para su familia y para disfrutar de la vida en el sur de España.
A Gerlich siempre le ha movido su entusiasmo por aprender. Tras finalizar su formación comercial en Alemania, completó sus estudios de Gestión Empresarial Internacional en Holanda y Sudáfrica. Poco después, se unió a una renombrada agencia de marketing digital en Colonia, gestionando como planificador estratégico grandes cuentas de clientes. Además, adquirió experiencia en el campo de los medios de comunicación, trabajando en una de las televisiones alemanas más importantes, así como en una agencia de recursos humanos. “Para mí, el aprendizaje continuo es esencial”, afirma Claudio Gerlich, ya que solo así se puede ofrecer al cliente un servicio integral. Según su opinión, las pequeñas y medianas empresas no aprovechan el potencial del mundo digital porque no son conscientes de todas las posibilidades que ofrece.
Por ello, desde 2017, Claudio Gerlich trabaja por cuenta propia y asesora a sus clientes de Alemania en su planificación online. Antes desde Münster (Alemania), ahora desde el mes de junio, desde Málaga. En realidad, está en contacto con ellos todos los días. La situación actual impide viajar y mantener reuniones cara a cara. «Tan pronto como la situación lo permita, volveré a organizar mi agenda para visitas personales en Alemania. Desde Málaga tengo conexión directa con Colonia, Dortmund, Düsseldorf o Weeze, donde ya tengo muchos clientes. Así que puedo tomar el primer vuelo de la mañana, realizar mis reuniones y regresar en el mismo día para poder darle las buenas noches a mi hija».
Esta flexibilidad se valora todavía más siendo un joven padre de familia. Y si el entorno encaja, mejor. «Generalmente trabajo por la mañana, luego estoy con mi familia en la ciudad o en la playa y después a última hora echo otro rato más en el ordenador. Los fines de semana nos gusta pasar tiempo en la segunda residencia de mis suegros, que está a pocos kilómetros en la ciudad costera de Benajarafe. Dentro de Málaga capital, nos gusta pasear por Pedregalejo con sus calas, bares, cafés y restaurantes». A Claudio Gerlich y su familia les encanta estar al aire libre, y con 300 días de sol al año, es definitivamente más fácil que en Münster.